Recuerdos del Pasado

Los tiempos cambian y uno se da cuenta que en la adolescencia fue tonto, con mal gusto, borrego de la gente y sin personalidad. Hay excepciones como todo, pero de hecho siempre hay algo en tu vida de lo cual te da risa acordarte o simplemente lo aceptas como parte de esa vida divertida que estás viviendo.

Les cuento mi experiencia. Yo de niño nunca quería usar el polo afuera del pantalón y cuando no tenía opción a escoger mi ropa, mi mamá siempre me ponía las medias subidas hasta la rodilla. Ahora eso me parece detestable e inconcebible, porque ahora uso las medias chicas y el polo afuera, cuando la ocasión lo amerita claro está, y en verdad es más cómodo.

Luego vamos a la parte musical, debo aceptar escuchaba Magneto y Locomía, y como todos los que conozco, tenía un cancionero de Baila Conmigo, con la antes joven e igual de desagradable Paulina Rubio, y sí, leyeron bien, cancionero, esos que comprabas en el mercado de Magdalena, al costado de tu puesto de figuritas sueltas para el álbum de Los Súper Campeones.

Pero uno crece y conoce nueva gente fuera de su entorno común escolar, y empieza a darse cuenta que todos fuimos iguales y que ahora nos reímos y disfrutamos de aquellos hermosos recuerdos, esos momentos que no volverán y que se quedarán como lo que fueron, recuerdos.

Me siento orgulloso de cada momento vivido y me encanta saber que la gente de mi generación hizo lo mismo que yo y que también lo disfrutó. Preguntémonos ahora: ¿Qué hacemos ahora que valga la pena recordar? ¿Qué manía generacional tenemos en común los nacidos en los 80’s? Será acaso bailar perreo, emborracharse, drogarse o tener hijos sin quererlos. Si eso tenemos en común, ya fuimos, y prefiero volver a ese pasado saludable, bueno y alegre que alguna vez me hizo feliz y que ahora al traerlo de regreso a mis pensamientos, me arranca una nueva sonrisa que me hace pensar: El pasado hay que recordarlo, el presente hay que vivirlo y el futuro hay que hacerlo.